Graciela Belli es una histórica militante social de Bariloche, militó en los años 70 y 80 en el cristianismo y en la Juventud Peronista. Llegó a Bariloche, desde Ingeniero Huergo, escapando de los tiros de la Dictadura. Junto al Cura Juvenal Currulef puso en marcha un proyecto socio educativo en la ciudad y construyeron más de 10 establecimientos de enseñanza, entre jardines de infantes, escuelas primarias, secundarias y talleres de oficios en barrios populares.
Graciella, cada 24 de marzo, pinta los pañuelos de dos de sus estudiantes de Ingeniero Huergo: Mirta Tronelli y Carlos Peralta; y de un compañero de esa localidad: Jorge Muneta.