Laura considera que partimos de muy malos diagnósticos y por lo tanto damos malas respuestas a cualquiera de los problemas que afectan la niñez. Para la abogada una de las cuestiones más crudas es “el circuito informal que hay en el tema penal en relación a los chicos”, la delincuencia organizada desde el poder con la complicidad de la policía y del poder judicial ejerciendo un control social supuestamente por fuera del Derecho, a pensar de la convalidación implícita del Estado.
El otro punto espinoso es que la sociedad se fue derechizando y “la gente dejó de abrazar a los pibes y las pibas, la construcción del enemigo son ellos”, comentó la abogada en entrevista con Proyecto Erre. Ella considera que es imprescindible salir de los discursos armados y abstractos sobre los chicos. “Lo que levanta a un pibe o una piba es el vínculo humano, es la decisión política de sacarlo de donde está para que pueda construir un proyecto de vida”, sintetizó.
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